“Tengo el mismo espíritu hoy que cuando tenía treinta años”
Fecha Domingo, 19 junio a las 08:39:05 Tema PHP-Nuke
Leopoldo Rubido, alcalde Cedeira
Ha vuelto a ocupar su despacho en el Concello de Cedeira. Aunque
muchos dudan que agote el mandato, Leopoldo Rubido afronta los próximos
cuatro años al frente del gobierno local con mucho ánimo, y eso a pesar
de que ya tiene una edad –69 años– como para pensar en disfrutar de su
jubilación y retirarse tranquilo a su casa. Algo que, por ahora, no pasa
por su mente, ya que, como él mismo recuerda, durante los pasados
cuatro años se aburrió mucho en su casa y echó mucho de menos la
actividad municipal. No obstante, asegura que se siente un tanto extraño
en el Concello en estos primeros días. De sus impresiones en esta
primera semana de “vuelta al trabajo” habló esta semana con Diario de
Ferrol
<img border="1" src="http://www.diariodeferrol.com/images/stories/PeriodicoImpreso/FOTOS/20110619/Diario%20de%20Ferrol-2011-06-19-016-a41519f1.jpg"> © 2011 - Diario de Ferrol
—¿Cómo están siendo estos días de reincorporación a la vida municipal? —Estoy aterrizando aún. Están siendo días de mucho trabajo y de toma de contacto. —¿Ha notado el Concello algo cambiado? —Algo
no, muchísimo. La administración parece otra, se ha complicado todo
demasiado, no se parece nada a la que yo dejé hay papeles distribuidos
por todas partes. —¿A qué se refiere? —Yo busco una administración más sencilla, con menos delegaciones. —¿Menos personal, tal vez? —Sí,
con menos personas, se ha triplicado el personal en estos cuatro años.
Ahora hay muchos funcionarios. De hecho todo es muy desconocido para mí,
con muchas caras nuevas. Hacen falta menos personas, trabajadores
eficaces. —Muchos de estos funcionarios estaban ya en su etapa anterior, ¿no? —No. Lo cierto es que de la anterior etapa deben quedar un par de ellos, la mayoría se jubilaron ya (risas). —¿Ya piensa en cambiar algo en la administración? —Trato
de facilitar las cosas a los administradores y administrados. De hecho,
mi idea es modificar la ordenanza de expedición de documentos en el
próximo pleno, como prometimos, y eliminar un montón de tasas que se
están cobrando ahora por este asunto. —¿Además de esta medida, modificará algo más con carácter inmediato? —Hay que tomar muchas, muchas decisiones en los próximos meses, no una en concreto. —Dejando la administración municipal a un lado, ¿esperaba usted el apoyo recibido en los pasados comicios? —Sí,
lo esperábamos. Hay que recordar que nosotros no perdimos las pasadas
elecciones, fue cosa de un puñado de votos, unos 18 sufragios, lo que
permitió a estos tres partidos –por PSOE, TEGA y BNG– echarnos del
gobierno. —¿Cree que eso animó a los indecisos en esta ocasión? —Claro.
Esta vez no estaban dispuestos a que por unos votos de nada nos
quedáramos fuera del gobierno. Es más, con diez sufragios más hubiésemos
logrado hasta un octavo edil, así que los resultados fueron claros.
Habíamos pulsado la opinión de los vecinos en varias ocasiones y siempre
fue favorable para nosotros. No hay que olvidar que logramos el 51% de
los votos. —¿Qué tiene que decir a los que apuntan que en breve delegará usted la Alcaldía en un miembro de su equipo? —Yo estoy encantado de estar de nuevo sirviendo a los vecinos del municipio. No hay que confundir esto con la oposición. —Con respecto a la oposición, dicen que usted casi no la hizo. —No,
no hice una oposición muy activa, pero mejor así. Ahora estoy al frente
del gobierno de nuevo y estoy encantado, y como le he dicho en alguna
ocasión a más de un amigo cuando me dice que porqué no me quedé en mi
casa tranquilito: tengo las mismas ganas y el mismo espíritu hoy que
cuando tenía treinta años. Nunca viví de la política, siempre ejercí mi
doble función de docente y gestor, con lo que lo único que me mueve es
el afán de servicio a mi pueblo. Mi equipo es un grupo integrado por
gente joven al que hay mucho que enseñarles todavía. Cedeira afronta
ahora una nueva etapa, época que el alcalde espera que sea muy próspera
para un municipio en el que empieza a brotar el tejido industrial y se
consolidan otros referentes como el turismo, la gastronomía o las
fiestas, señas de identidad de esta villa marinera.
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